Enfermedades causadas por las muelas del juicio.

21.06.2018

Resumen del libro "Enfermedades generales causadas por campos de irritación del sistema neuro-vegetativo producidas por problemas dentales y amigdalares (ámbito del trigémino). Diagnóstico y terapia." escrito por el estomatólogo Ernest Adler. 

El caso en particular que dio pie a realizar observaciones y exploraciones más precisas sobre las enfermedades originadas por las muelas del juicio fue el siguiente:

"Una paciente que padecía molestias reumáticas y un síndrome cervical, tras recetarle todos los medicamentos disponibles, se extrajeron todos los focos dentales visibles sin lograr una especial mejoría. Una muela del juicio inferior, recta y normal quedó intacta, y se dejó como soporte para prótesis dentales. La paciente mencionó más tarde que este diente le causaba una molestia en la mejilla, por estar situado muy atrás, y a su petición, se extrajo. Ya que ni ella ni nosotros relacionábamos esta muela con el síndrome cervical, fue grande la sorpresa por ambas partes al comprobar, que ya al día siguiente, habían desaparecido las molestias".

También debemos decir que es un gran error el mutilar una dentadura mediante la extracción del segundo molar para crear espacio a la muela del juicio inferior porque ésta desploma su eje y queda en el canal mandibular y, salvo raras excepciones, no discurre paralelamente a los otros dientes, ocasionando anomalías de oclusión. Lo propio ocurre con todos los otros dientes que son sacrificados para crear espacio para la muela del juicio. 

Igualmente errónea es la opinión de que la muela del juicio sirve de soporte lateral a otras muelas. cuanto antes se realice la extracción mejor y más dura será la osificación detrás de los segundos molares. 

Es conocido que nuestros hábitos de vida y alimentación se han visto sometidos a grandes cambios en el transcurso de estos milenios, que los alimentos eran cada vez más blandos y la función de masticación empeoraba, sin referirnos a los diversos factores de la alimentación en si. La "función crea el órgano" se dice. En nuestro caso la reducción de la labor de masticación conlleva una reducción en el crecimiento de los maxilares. Esta circunstancia trajo consigo que, el espacio entre la muela del juicio y la rama mandibular ascendente fuese cada vez menor. 

En la imagen podemos ver unos maxilares de hace 3000 años a. C. y veremos que entre la muela del juicio y la rama ascendente existe un espacio que aún podría dar cabida a la otra muela, mientras que hoy en día, en casi todos los maxilares, la muela del juicio, aún la de desarrollo normal, se encuentra ya casi cerca o en la rama ascendente. 

¿Dónde se halla pues, el peligro en la muela del juicio?

A grandes rasgos podemos destacar dos motivos. Primero, a causa de esta falta de espacio, se crea el fenómeno que describe la literatura odontológica y que se denomina "pericoronitis", consistente en restos de la bolsita dental, con formación de bolsa marginal posterior y que se contempla como principal motivo de la infección local. A nuestro juicio, sin embargo, El Segundo factor, puramente neuralgia, es frecuentemente más peligroso, ya que actúa a distancia y no es apreciable localmente. Esto es, principalmente, el factor que hasta ahora casi no se ha tenido en cuenta. 

El diente crece desde la corona de la raíz. A causa de la reducción del maxilar descrita anteriormente, y casi finalizado el periodo de crecimiento, las raíces se aproximan cada vez más al canal mandibular (acanaladura situada a lo largo del interior del juego mandibular, que alberga el nervio de este mismo nombre que enraídza las piezas dentales), como podemos apreciar claramente en la imagen. 

Aquí se crea un campo de irritación, ya que es sabido que en estas situaciones la formación de raíces es "rechazada" de manera que, morfológicamente, éstas adoptan las más increíbles formas o deformaciones. 

La muela del juicio en el maxilar

La circunstancia de que en el maxilar se presenten menos apariciones locales motiva a que prestemos menos atención a esta área que, sin embargo, es igualmente importante con relación a la patología y la patogénesis general de las enfermedades secundarias. 

Si en el mandibular es la región del canal donde transcurre el nervio, la zona en liza en el maxilar es la base de la cavidad maxilar, en el Tubermaxillae, que mediante presión, y por causa, asimismo, de falta de espacio, se convierte en una zona de irritación.

La muela del juicio superior retenida, al contrario que su "colega inferior" casi nunca presenta apariciones locales, sin embargo, actúa también patológicamente como campo de distorsión, lo que desgraciadamente no es tenido suficientemente en cuenta. 

En algunos libros o artículos se puede leer: "Si la muela impactada carece de síntomas no es preciso eliminarla". Esta opinión resulta de la antigua enseñanza de la infección focal, con otras palabras, se supone que siempre debe existir una infección para justificar su extracción. Sin embargo, nuestras experiencias nos demuestran lo contrario. 

Cuantas veces tras la eliminación de la "espina irritativa" obtenemos inmediatamente después de la operación, una notable mejoría, a pesar de algunas molestias locales y dolores pasajeros, junto a una notoria disminución "de una tensión" no percibida anteriormente. 

CASOS CLÍNICOS: 

1. Afonía tras hablar prolongadamente: Paciente de 45 años, notario. Venía padeciendo desde hacía años una irritación en las cuerdas vocales que, debido a su profesión, y consecuentemente, a la necesidad de hablar continuamente se convertía fácilmente en afonía. Fue operado de amígdalas por este motivo. El éxito logrado fue escaso y por lo tanto le extrajeron el 2º molar para que la muela del juicio impactada tuviera espacio. Tampoco esto le trajo una mejoría. Como se puede ver en la radiografía, es imposible que la muela pueda modificar su posición, añadiéndose una osteítis marginales, es decir, campos de distorsión en el mismo lugar por presión sobre el canal mandibular, más zona séptica. La terapia fue muy sencilla, consistió en retirar la muela impactada, con lo que se eliminaron los dos campos de distorsión, y consecuentemente  la irritación de las cuerdas vocales con afonía. 

2. Reumatismo en las articulaciones: Paciente de 35 años en Barcelona. Durante años, paulatina disminución de la capacidad de movimiento en todas las articulaciones. tratada con los conocidos preparados "antirreumáticos", sobre todo con corticoides, además de presentar una debilidad generalizada. Las radiografías mostraban esta increíble destrucción a ambos lados: en este caso, ya no se puede hablar de bolsas retro molares. La terapia consistió en la eliminación de estas dos muelas y en en "legrado" (operación de raspado del hueso del hueso afectado a causa del tratamiento farmacológico "bloqueante" precedente, la mejoría se produjo lentamente hasta completarse. Seguramente es un caso de estudio muy interesante al darse las condiciones perfectas de la boca en el sentido clínico. 

3. Un caso de estudio neural-terapéutico: Paciente mujer de 22 años en Lloret de Mar. La paciente venía padeciendo desde algunos años de ataques semejantes a migrañas que duraban hasta 3 días, con toda la sintomatología típica que las acompaña. Debía pasar esos días en completa oscuridad, en cama, con una palidez total y fuertísimas cefaleas. Las exploraciones realizadas en otros lugares no ofrecían resultados que permitieran localizar un criterio de partida etimológico. En análisis odontológico no mostraba nada, ya que la paciente no tenía caries. Las radiografías dentales mostraban muelas del juicio impactadas. A la paciente se le hicieron las siguientes pruebas: 

Prueba 1: En la aparición de los ataques, se efectuó una infiltración de Impletol en la encía que cubría la muela del juicio inferior derecha, y algo distal (el correspondiente punto doloroso a la presión en la vértebra cervical 3 era positivo) el éxito fue de un 100%, la palidez desapareció inmediatamente además de las cefaleas. La paciente no sintió molestias en casi un mes. 

Prueba 2: Al repetirse el ataque se inyectaron en el mismo lado 1,l de Procaína de forma para venosa e intravenosa. El resultado fue cero. por lo que se volvió a infiltrar sobre la misma muela. La palidez y los dolores desaparecieron repentinamente de nuevo durante un mes. 

Prueba 3: Al reaparecer las molestias, se inyectó en el polo amigdalar, en el mismo lado. No hubo resultado en un principio, pero tras unos minutos dio positivo. ¿Por qué? Ello fue debido a la proximidad entre el polo amigdalar y la muela del juicio. El preparado inyectado se difundió y por tanto, llegó hasta la internación del campo de distorsión dental. Tras esta confirmación de la "relación" existente, se extrajo la muela, por lo que la paciente se mantuvo sin molestias durante 4 meses. Transcurridos éstos, las molestias volvieron, ya que se mantenía un campo de distorsión, una muela impactada en el otro lado. Se realizó de nuevo el mismo tratamiento, con el mismo resultado descrito anteriormente.