Etapas del perdón. ¿Cómo aprender a perdonar?

31.03.2017

La curación sólo puede realizarse en el momento en el que uno se perdona. Esta etapa tiene el poder de transformar no sólo nuestro amor hacia nosotros mismos, sino también el corazón y la sangre en nuestro cuerpo físico.

Esta sangre nueva, reenergetizada por el influjo de este amor reencontrado, es como un bálsamo que circula por todo el cuerpo: a su paso transforma y rearmoniza las células. Aun cuando intelectualmente te resulte difícil creerlo, ¿qué puedes perder con probar?

Estas son las etapas del perdón verdadero, que han sido experimentadas por miles de personas con resultados extraordinarios:

1. Identifica tus emociones (a menudo hay más de una). Toma consciencia de la acusación que te haces a ti mismo o que le haces a otro y de lo que ésta te hace sentir. Anótala en un papel y defínela lo más extensamente posible contestando a estas preguntas: ¿por qué te molesta tanto? ¿A quién le echas la culpa? ¿es algo hecho a propósito o sin intención? ¿es un hecho puntual muy dramático? ¿es un hecho que se repite cada cierto tiempo?

2. Asume tu responsabilidad. Nada es blanco o negro, o buenos o malos, cualquier circunstancias siempre se da por varios hechos simultáneos entre si. Piensa en todo aquello que pudiste hacer para contribuir a que ese hecho se hiciera realidad. Asume que eres responsable de todo lo que acontece en tu vida, tanto si te gusta como si no. Ser responsable es reconocer que siempre tienes la opción de reaccionar con amor o con miedo. No juzgues, sólo valora los hechos como si los vieras desde fuera, sin involucrarte. Seguramente una vez hayas terminado este paso te darás cuenta de que no era tan grave como creías en un principio. 

3. Acepta al otro y suéltate. Cada persona tiene unos valores según su edad, nacionalidad, educación, etc. Cada uno de nosotros está viviendo su vida bajo "ciertas circunstancias" que pueden determinar en gran medida nuestro modo de actuar. (por ejemplo, alguien que haya pasado por una pérdida familiar puede ser muy frío con los demás para no sentirse vulnerable; una persona en circunstancias de pobreza extrema puede ser capaz de aprovecharse de los demás; una persona bajo presión profesional puede pisotear a otros etc.) Para lograr soltarte y aceptar al otro, ponte en su lugar y siente sus intenciones. Intenta pensar como esa persona, métete en su piel y bajo "sus circunstancias" ¿qué habrías hecho tú en su lugar?. Muchas veces la gente actúa de una mala manera porque no ha conocido otra forma de actuar en sus vidas. Acepta la idea de que la otra persona se acusa y te acusa probablemente de la misma cosa que tú. Ella tiene el mismo miedo.

4. Perdónate. Esta es la etapa más importante del perdón. Para realizarla, date el derecho de haber tenido y de tener todavía miedo, creencias, debilidades y límites, que te hacen sufrir y actuar. Nadie es perfecto, y vivimos nuestra vida en constante aprendizaje. Ten presente que aprendemos de nuestros errores por lo que no te culpes cuando te sientas engañado o decepcionado ya que en aquel entonces no sabías lo que iba a suceder, tus "circunstancias" eran otras. Siéntete orgulloso porque cada experiencia irá forjando tus valores y carácter. Acéptate tal y como eres ahora, sabiendo que es temporal. No se trata de aquello que hiciste, sino de lo que aprendiste y de cómo lo superaste.

5. Ten el deseo de expresar el perdón. A modo de preparación para la etapa seis, imagínate con la persona adecuada en el acto de pedirle perdón por haberla juzgado, criticado o condenado. Estarás listo para hacerlo cuando la idea de compartir tu experiencia con dicha persona te suscite un sentimiento de alegría y de liberación.

6. Exprésale a esa persona lo que has vivido y sentido y pídele perdon por haberla juzgado, criticado o por haber estado resentido con ella. Cada vez que no perdonas, echas sobre tu espalda un saco lleno de piedras con el que tendrás que cargar de por vida. Tu día a día siempre estará marcado por esos sentimientos y nunca te sentirás 100% libre porque habrá cosas que no podrás hacer o tiempo de tu vida que desperdiciarás sientiendo odio o rencor. Dedica tu tiempo a todo aquello que sea bueno para ti y libérate de todos los lastres, puede que cuando te quieras dar cuenta ya sea demasiado tarde.