No hay enfermedades, hay enfermos.

08.08.2017

Hoy os traemos un texto extraído del libro "Cuadernos de Terapia Neural" del Dr. Pablo Rubén Koval, Argentina. Nos parece muy interesante para saber cómo realizar un buen diagnóstico a nuestros pacientes.

"Singuralidad e historia de vida. ¿Qué significa esto? Significa que los diagnósticos de cualquier enfermedad sea artritis reumatoide (AR), colon irritable, fibromialgia, lupus, vértigo, etc., tienen que ir aclarados con el nombre de la persona enferma. Entonces el diagnóstico sería por ejemplo: La artritis reumatoide de Juana, es distinta a la de Marta y la de Pedro, la Ar es única de cada persona por lo tanto debe recibir un tratamiento personalizado. No tiene sentido tratar a todas las Ar por igual, ni a cualquier otro diagnóstico- enfermedad sin haberle puesto el nombre y apellido de la persona protagonista. Porque Juana, Marta y Pedro tienen historias de vida diferentes, es decir, causas propias que fueron generando cambios en su organismo que se manifiestan hoy como su enfermedad. Y cada problema de salud debería ser tratado según sus causas generadoras físicas-emocionales-espiriturales. La Terapia Neural lo entiende así.

Aquí es necesario aclarar también que para la Terapia Neural tampoco existen los diagnósticos clásicos. El único diagnóstico es que la persona está enferma y que eso se debe a una alteración o pérdida del orden natural.

Cada persona es singular. Cada ser singular tiene su propia historia de vida. Las manifestaciones (síntomas y signos) de enfermedad están vinculadas a esa historia. Cada ser singular debería recibir tratamiento personalizado. Las respuestas a los tratamientos son únicas para esa persona y la evolución también. La historia de vida convierte a la persona en un ser singular. Esa historia se inicia ya con sus ancestros y guarda toda la información que permitirá encotrar el origen de sus problemas de salud y hacer un tratamiento sanador a medida. Aquí yace la importancia de recordar que sólo hay el enfermo con su propia singularidad.

Ya J.T. Kent autor del libro Filosofía Homeopática (1849-1916), aconsejaba a sus discípulos no tratar un "diagnóstico", una etiqueta patológica. También señalaba que no existe un tratamiento que tenga un valor absoluto. Un tratamiento únicamente es bueno para un organismo particular, en un momento particular de su existencia, y en condiciones particulares determinadas por su estado.

A su vez, Paracelso (1493-1541), consideraba que el médico ha de tratar cosas invisibles, lo que es visible debe formar parte de su concomiento y ha de saber reconocer la enfermedad por sus síntomas, del mismo modo que pueden hacerlo los que no son médicos Pero que eso no le convierte en médico: se convierte en médico cuando es capaz de reconocer los factores innomiadas, invisibles e inmateriales."